En aquel tiempo, la gente le preguntó a Jesús: “¿Qué señal vas a realizar Tú, para que la veamos y podamos creerte? ¿Cuáles son tus obras? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Les dio a comer pan del cielo”. Jesús les respondió: “Yo les aseguro: No fue Moisés quien les dio Pan del Cielo; es mi Padre quien les da el verdadero Pan del Cielo. Porque el Pan de Dios es aquel que baja del Cielo y da la vida al mundo”. Entonces le dijeron: “Señor, danos siempre de ese pan”. Jesús les contesta: “Yo soy el Pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed”.
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¡Que onda chavales!
El mensaje de hoy es sin duda muy digno de meditación y sobre todo de analizarnos en nuestra relación con Dios.
¿Es necesario ver señales para creer en nuestro amigo? Parece que no solo este tiempo sino en el tiempo que vivía Jesús era igual, la falta de Fe y sobre todo de esa empatia con Dios.
Somos humanos y si cambiamos el nombre de Santo Tomas por el nuestro nos damos cuenta de que "hasta no ver no creer" tal parece que después de que nuestro amigo es bondadoso con nosotros se nos olvida y pedimos aún más señales pero el en su infinito amor nos da muestra de que él es el único camino, la verdad y la vida.
Es cierto que los hechos avalan la credibilidad de alguien y pienso que Dios nos ha dado muchas muestras de su amor hacia nosotros. Es tiempo de regresar y ser como ese Pedro del domingo pasado: correr hacia Cristo y buscar la reconciliación con él.
Entonces le dijeron: “Señor, danos siempre de ese pan”: Busquemos el pan de vida en la Eucaristía, que nuestro amigo sea nuestra dirección en cada día que nos da para comenzar, nuestra melodía para caminar y la palabra que nos llevará a caminar haciendo su voluntad para escuchar cada mañana su voz.
¡Nos leemos en el próximo "Te lo explico"!
¡Saludos y buen día! (:
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