viernes, 2 de agosto de 2013

Evangelio según san Mateo 13, 54-58

En aquel tiempo, Jesús llegó a su tierra y se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal forma, que todos estaban asombrados y se preguntaban: “¿De dónde ha sacado éste esa sabiduría y esos poderes milagrosos? ¿Acaso no es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama María su madre y no son sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Qué no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde, pues, ha sacado todas estas cosas?”. Y se negaban a creer en Él. Entonces, Jesús les dijo: “Un profeta no es despreciado más que en su patria y en su casa”. Y no hizo muchos milagros allí por la incredulidad de ellos.

___________________

Qué onda hijos de Dios!!

Les ha pasado algo así, haces obras buenas y no te creen que lo hayas hecho de corazón. Todo mundo tiene derecho a cambiar y hacer las cosas bien, modificar conductas. Ahora...pongamonos en el lugar de los hombres que están en el evangelio, a ver...cuántas veces hemos hecho esto nosotros??. hablamos de la gente que hace el bien y los creemos incapaces de hacerlo...entonces a ver, si condenamos lo que hizo la gente con Cristo, porqué repetimos entonces esta conducta???

Evitemos pues, a partir de hoy, esta situación... dejemos de hundirnos entre nosotros y apoyemos causas buenas, luchemos por cambiar el mundo que no es algo imposible o si?

Nos leemos mañana!!!

CIAO

No hay comentarios:

Publicar un comentario