martes, 23 de abril de 2013

Evangelio según san Juan 10, 22-30

Por aquellos días, se celebraba en Jerusalén la fiesta de la dedicación del templo. Era invierno. Jesús se paseaba por el templo, bajo el pórtico de Salomón. Entonces lo rodearon los judíos y le preguntaron: “¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si Tú eres el Mesías, dínoslo claramente”. Jesús les respondió: “Ya se lo he dicho y no me creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano. Me las ha dado mi Padre, y Él es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. El Padre y yo somos uno”.

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Que onda hijos de Dios!!

El evangelio de hoy esta Revelante'.

Podemos ver aquí la necedad de la gente del tiempo de Cristo...peeeero en nuestro tiempo andan por las mismas...yo sigo imaginándome como sería si Jesús volviera a la tierra, cuántos de nosotros estaríamos como los judíos estos?. 
El punto es que también en nuestros días no creemos en las obras y los cambios que tienen los "hijos de Dios", hemos perdido la fe en esos hombres que quieren cambiar al mundo, y desacreditamos completamente todos sus actos...¿cierto o no?. (la moda es ser chaca, esos si son admirables =?).

Algo esta mal en el mundo que se ponen de moda actitudes horribles y Dios?, "ya es pasado". Por eso nos cuesta tanto trabajo reconocer al Mesías en los hombres. Por que, como en el video del domingo, no somos del "REBAÑO".

Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes no creen,  POR QUE NO SON DE MIS OVEJAS.

Que fuerte compa!!...aista el mensaje...

NOS LEEMOS MAÑANA
CIAO!!

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