Evangelio según san Juan 14, 21-26

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “El que acepta mis mandamientos y los cumple, ése me ama. Al que me ama a mí, lo amará mi Padre, yo también lo amaré y me manifestaré a él”. Entonces le dijo Judas (no el Iscariote): “Señor, ¿por qué razón a nosotros sí te nos vas a manifestar y al mundo no?”. Le respondió Jesús: “El que me ama, cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará y vendremos a él y haremos en él nuestra morada. El que no me ama no cumplirá mis palabras. Y la palabra que están oyendo no es mía, sino del Padre, que me envió. Les he hablado de esto ahora que estoy con ustedes; pero el Consolador, el Espíritu Santo que mi Padre les enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo cuanto yo les he dicho”.

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Qué onda hijos de Dios!!

Poooos cómo no, dice Jesús, al que me ame!!

Esta es la promesa que nos hace hoy nuestro amigo: se nos va a manifestar, siempre y cuando lo amemos...por que, como dice, si lo amamos cumpliremos su palabra...y Dios nos amará. Vivirán en nuestro corazón, que emoción no!!, lastima que en este mundo Dios sea para los viejitos...y lo último que queremos es que habite dentro de nosotros por que entonces...nos estará vigilando y vera todo lo malo que hacemos..."no queremos que Él vea eso verdad?, así que mejor lo dejamos afuera". 

QUE TRIZTE SITUACIÓN. 

El joven vive hoy como si no existiera Dios, y por consiguiente el infierno...el rumbo que llevamos no creo que sea el que le agrada a nuestro amigue, cambiemos actitudes y comenzemos ¡YA!. Es momento de empezar a cambiar nuestro alrededor y después...el mundo.

No estamos solos en esta lucha Cristo nos promete que de nuestro lado estará el CONSOLADOR. Envía para nosotros su Espíritu Santo, para enseñarnos y guiarnos...Pidamos pues al Espíritu Santo que nos ilumine y guie nuestras palabras por que tenemos...MUCHO QUE HACER!!

NOS LEEMOS MAÑANA...

CIAO!