Evangelio según San Marcos 2,18-22.

Que onda hijos de Dios!!!

Haremos una dinámica distinta, revisaremos el evangelio a la par que lo meditamos...a ver que tal:

Un día en que los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban, fueron a decirle a Jesús: "¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos?".  

Estos fariseos diario con sus cosas, diario haciendo preguntas no por aprehender si no por poner a prueba a Jesús, pensemos en nuestra vida cuántas veces hemos preguntado para evidenciar a nuestros chompas, y con Jesús hacemos lo mismo... ¿Por qué permite las guerras?¿Por que permite el hambre?¿Por que se murió?...Y si tuviéramos respuesta, estaríamos tranquilos ya?.

Jesús les respondió: "¿Acaso los amigos del esposo pueden ayunar cuando el esposo está con ellos? Es natural que no ayunen, mientras tienen consigo al esposo.
Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán. 

Como los fariseos no tenían intensiones de aprehender, Jesús les da respuestas de acuerdo a su intensión, les pudo haber dicho..."Soy el Hijo de Dios, y ellos están aprovechando que estoy aquí, USTEDES DEBERÍAN HACER LO MISMO, y para qué ayunan?... aquí esta Dios!!".

Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido viejo y la rotura se hace más grande. 

 

Jesús en esta parte habla de su palabra!!...LA BUENA NUEVA! No podemos recibir la nueva evangelización sin hacer algo, Cristo y su palabra cuando llega a nuestra vida produce un CAMBIO, una RENOVACIÓN en todos los sentidos, al hablar Jesús de tela habla de nuestro exterior... Si la Buena Nueva llega a tu interior obviamente tiene que modificar tu exterior, tus actitudes, tratos, actos, y todo...

Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres, y ya no servirán más ni el vino ni los odres. ¡A vino nuevo, odres nuevos!".

San Pablo en su carta a los Efesios...a jijo, compara al vino con la experiencia del Espíritu Santo: embriaguémonos de Él, renovemos tambien nuestro interior y cambiemos desde adentro para poder brindarle al Espiritu de Dios un alma nueva donde pueda habitar y no se rompa!

¡A BUENA NUEVA, HOMBRES RENOVADOS!

nos leemos mañana

ciao!!